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Columna: Injerencia Extranjera y Desinformación

Particular atención y seguimiento merece el caso de la instalación de Russia Today (RT) a través de Telecanal en Chile, después de que el año 2022, los 27 países de la Unión Europea decidieran prohibir la difusión de los medios estatales rusos RT y Sputnik. Lo anterior, debido a que el régimen ruso se ha visto envuelto en varias prácticas de desinformación que han menoscabado la libertad de expresión y pensamiento.

Diversas investigaciones internacionales dan cuenta de cómo estos dos medios de difusión funcionan como brazos mediáticos del Kremlin con un complejo entramado estructural de desinformación entre los que destaca: 1) comunicaciones oficiales del gobierno; 2) mensajes globales financiados por el Estado; 3) facilitación de fuentes subsidiarias; 4) uso de las redes sociales como arma; y 5) desinformación cibernética”.

Por su parte, el Departamento de Estado de EUA también ha advertido sobre entidades rusas dedicadas a la “influencia por contratación” que cuentan con capacidad técnica avanzada en la explotación de entornos de información abierta y antecedentes para contribuir a la proliferación de desinformación y propaganda así como campañas de manipulación de información dirigida a América Latina que tienen como objetivo promover los intereses estratégicos de Rusia en la región a expensas de otros países a través de la captación manifiesta y disimulada de medios e influenciadores locales.

Cabe destacar que, en Chile, el funcionamiento de los medios de comunicación se encuentra sujeto, como toda industria a un régimen normativo, que en el caso del mercado informativo tiene reglas tanto en la Constitución Política como en la legislación, específicamente en la Ley N° 18.838 sobre televisión y la Ley 19.733 sobre el ejercicio de las libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo.

Un aspecto que llama la atención en el caso de Telecanal y el posible acuerdo con Russia Today es su legalidad, esto es que se haya ajustado a la vigente Ley N° 18.838 sobre creó el Consejo Nacional de Televisión y regula la operación y régimen concesional de los servicios de televisión tanto de libre recepción como los llamados servicios limitados que comprende tanto a la televisión por cable y también por satélite.

Dicha norma establece que toda transferencia, cesión, arrendamiento u otorgamiento del derecho de uso, a cualquier título, del derecho de transmisión televisiva de libre recepción, requiere la autorización del Consejo Nacional de Televisión, previo informe favorable de la Fiscalía Nacional Económica.

Por otra parte, también la Ley N° 18.838 prohíbe a las concesionarias de televisión celebrar contratos que implique, facultar a un tercero para que administre en todo o parte los espacios televisivos que posea la concesionaria o se haga uso de su derecho de transmisión con programas y publicidad propios.

El caso del Canal 4 y Telecanal también resulta llamativo, pues como se ha acreditado, el titular es una misma persona, un empresario que vive hace años en EE.UU. lo cual nuestra Ley N° 18.838 prohíbe en el art. 18, pues solo pueden ser titulares de una concesión de servicio de radiodifusión televisiva de libre recepción o hacer uso de ella, a cualquier título, personas jurídicas de derecho público o privado, constituidas en Chile y con domicilio en el país.

Tales canales de televisión por otra parte, hace tiempo que no cumplen con la emisión minina de programación, exhibiendo solo películas envasadas y programas de publicidad sin fin, lo que ha debido ser conocido por el Consejo Nacional de Televisión para poner término a tales concesiones. El país pierde parte importante de su espectro radioeléctrico escaso que impide que los ciudadanos de nuestro país puedan acceder a otro tipo de oferta en especial en la población que no tiene acceso por ejemplo al streaming.

 Frente a los efectos que podría tener un canal desinformativo, es urgente que Chile, refuerce los mecanismos de defensa informativa en el marco de los valores democráticos ya que la libertad de expresión, no puede ser utilizada como escudo para la manipulación sistemática y la alteración de la verdad. En ese sentido, proteger el ecosistema informativo de una potencial injerencia extranjera y evitar que la opinión pública reciba mensajes ligados a intereses geopolíticos, es proteger la democracia misma, su solidez y estabilidad.

 

Observatorio Desinformación Chile

María José Labrador
Oscar Jaramillo
Fernando Gutiérrez
Pedro Anguita

 

 

Injerencia extranjera y desinformación

El régimen ruso se ha visto envuelto en varias prácticas de desinformación que han menoscabado la libertad de expresión y pensamiento.

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